domingo, 3 de febrero de 2013

En que sueña mi Sueño


Los lobos aullan a la Luna otra vez cuando regreso al calor de mi celda. Una dura, pero sobre todo larga, batalla acarreo en mi espalda. El catre aguarda. No le hago esperar.

Una flor susurra en mi oído una historia sobre una princesa y un guerrero. El letargo inunda mi cuerpo. Duermo.

Tras un largo viaje, me encuentro en lo que creo es el hogar de aquel al que llamo hermano. Nada de lo que allí hay me resulta familiar, ni siquiera el lugar en si me es conocido. Pero la sensación de seguridad y confort me hace pensar que me hayo donde creo estar.
Al girarme, mis tres más antiguos amigos conversan conmigo. El tema soy yo, el camino que sigo, la vida que quiero tener. Nos centramos en porque he vuelto a la tierra que hace casi un año ya dejé atrás. El más antiguo de ellos intenta sonsacarme el motivo de mi regreso. El otro analiza las consecuencias tanto de quedarme donde he vuelto, como de volver de donde vine. La tercera me muestra lo que puedo tener en ambos sitios.
La conversación se pierde en el tiempo y solo soy capaz de acordarme, aún teniendo en cuenta que hace años que a uno, más de un lustro a ella, y casi una década al más antiguo, que no los veo, de la seguridad y sobre todo la confianza que siempre tendré con ellos.
La conversación llega a su fin  y lo único que soy capaz de decir es que ojalá todo sea un sueño y que no hubiese vuelto a lo que todo el mundo menos yo, considera mi hogar.
Mis amigos se han quedado mudos, yo ando cabizbajo hacia la puerta, ellos salen primero, después salgo yo.

Despierto en una cama extraña. Estoy solo y sin saber que hacer. Por suerte todo fue un sueño. Un sueño tan real que ni siquiera mi subconsciente ha sido capaz de traicionarme. Ambos, tanto yo en la realidad, como él en los sueños, tenemos claro lo que queremos.
Mi hogar podrá ser una celda, mis manos estar manchadas de la sangre de la batalla, aquellos a los que ahora llamo amigos o familia tener fecha de caducidad. Pero esa fue la decisión que tomé, y esa es la decisión que asumo.

¿Volveré?
Seguramente.
Pero solo para recordarme el porque me fui.

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