jueves, 8 de noviembre de 2012

Winter is coming

El frío ha llegado. La nieve vendrá detrás. Y la oscuridad le seguirá. Los días se tornarán lentos y pesados. Aun así las calles se inundarán con el gentío, la luz cegará la noche, y el oro se despilfarrará. Una extraña alegría inundará el corazón de aquellos a los que todavía les sigue latiendo. Por unos días volveremos a creer en los milagros y en seres mágicos. En cambio yo...

Yo seguiré al otro lado del muro. Como muchos otros que vagan por estas lindes al igual que yo. Pero en los días que están por venir, días de reuniones familiares, alegrías. esperanzas, grandes banquetes, y esperados reencuentros, no estaré solo. En la noche en que todos cenareis grandes manjares rodeados de quienes os quieren, yo no seré menos. Un gran banquete celebraré en mi hogar con aquellos que ahora comparten mi camino. Con aquellos que ahora me tienden la mano si me caigo. Con aquellos que ahora cuidan de mi. Con aquellos que ahora formamos una familia. Será tal el acontecimiento que aquellos que podrían llegar a estar tristes por nosotros en una noche tan especial, envidiarán no estar en nuestra situación.

Después de la celebración, y seguro estoy de ello, me visitará "Soledad" y vendrá acompañada. Llenarán mi celda de euforia, alegría, y también de viejos y nuevos recuerdos. Y en la última noche del año haremos sonar nuestros cuernos, y serán tantos los que acudan que seremos legión. Una legión que festejará lo que esta por venir como si no hubiera un mañana. Pero incluso "Soledad" me dejará solo. Cuando eso ocurra todavía me quedará la esperanza de que los milagros existan y alguien más, y grata será mi sorpresa por cierto, se presente ante mi.

Mas el invierno es largo, y no se puede resumir en unos pocos días. Aunque esos días sean de mi total agrado, la cruda realidad es que yo seguiré aquí, en este lado del muro. Donde el frío congela la imaginación, la noche rara vez despierta, y las batallas son diarias. Pero no pido compasión, ni empatía. Tampoco quiero que mis palabras os apesadumbren, u os tornen en tristeza ni en melancolía. Pues ante todo debéis recordar que fui yo quien decidió venir aquí. Quien decidió alejarse de vosotros y de todo aquello que allí tenia. Y dejar claro quiero que desde que tomé tal decisión todavía no ha llegado el día en el que me haya arrepentido, al contrario, a cada día que pasa más acertada me parece.

Mucho más tengo que contaros, pero no será ni aquí, ni ahora. Solo una cosa más, abrigaros bien pues el invierno ya llama a nuestras puertas. Y no cabe duda que será un invierno duro y largo.

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