Regresé a la tierra que hace ya tiempo dejé atrás. Regresé al lugar que llamaba hogar. Y aunque para mi fue una grata experiencia, (recuperé algo perdido hace tiempo
y fui recompensado con una flor inmortal por parte de alguien "sin nombres propios")
Calles desiertas. Lugares abandonados. Gente vagando, o más bien vagabundeando, como pobres animales abandonados a su suerte en una cuneta de cualquier carretera en un verano caluroso.
Y mientras los dirigentes del lugar enriqueciéndose de manera inmoral, por decirlo decentemente, a los ojos del abandonado pueblo que los erigió. Tal es la desfachatez de sus actos que no se preocupan ya ni siquiera de ocultar sus actos, criminales según sus propias leyes, tras cortinas de humo. Aunque dichas cortinas hubiesen sido creadas con el humo de sus Habanos.
Pero no es esto por lo que mis lágrimas resbalan por mis mejillas. Si no por el hecho de que quienes permiten esto sois vosotros mismos. Vosotros elegisteis a quien os gobierna, y por muy maltrecho que el barco esté no es excusa para dejar que se hunda. Os recuerdo que vosotros estáis en ese barco, si se hunde iréis detrás. Así que el capitán a los tiburones, y nada de parlamentos entre piratas ni buenas maneras, no se merecen lo que no se han ganado, y a achicar agua y tapar agujeros.
Pensareis que es fácil hablar desde mi posición. Yo abandoné ese barco hace tiempo, cierto es, pero me hice con el mio propio y lo gobierno yo solo. Vosotros sois una multitud y estáis dejando que en la nación en la que hace tiempo no se ponía el sol, desaparezca del mapa entre tinieblas creadas por avaricias.
No diré nada más, pues aunque podría, vosotros estáis mejor informados sobre el tema que yo. Aun así desde hoy, en mi solapa, lucirá un crespón negro por el hogar que perdí, la tierra que abandoné, la nación que se esfumó.
Descanse en Paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario