domingo, 29 de septiembre de 2013

Cantos de sirena


La noche había sido fría compartiendo cama con la oscura soledad. El día no despertaba mucho mejor, aunque el sol estuviera presente también parecía que él había pasado frío esa noche.
Al poner un pie fuera de la celda, los ojos del capitán se posan sobre el guerrero.
-Sientate a mi lado. te voy a contar una historia.

Aquella mañana el cielo lucia azul cristalino, de una belleza increíble, pero no tanto como el brillo de los ojos de la princesa.
Su amado hacia rato la observaba dormir, sentado a los pies de la cama cuando ella abrió los ojos y comenzó el amanecer.

Los rayos del sol se abrían paso entre las cortinas, acariciando los pies del marinero, con un fuego sofocante. Despertó, y la princesa con la que soñaba cada noche se esfumó al igual que su sueño. Su primer pensamiento fue para ella, su amor, su princesa. Solo que ella no estaba allí, no podía mirarla desde los pies de la cama, se hallaba a varios mares de distancia. Es lo que tiene la vida de marino, que el único que zarpa eres tu, todo lo demás se queda atrás.

Se puso los pantalones de lino, mal cortados a la altura de los gemelos. El torso desnudo, unas sandalias de cuero, y un pañuelo de seda rojo, presente de su amada, cubriendo su cabeza. Se dirigió a los muelles, aquella mañana había más movimiento de lo habitual. Subió al Soledad, un barco antiguo, pero uno de los más rápidos una vez se desplegaban las velas de sus tres mástiles.
-¿Qué ocurre capitán?
-La Armada. Toca huir de nuevo. ¡Izad las velas de una vez! ¡Deberíamos estar en aguas más profundas ayer, no mañana!

El puerto se perdía de vista por la popa. El horizonte cada vez más cerca por la proa.
-¿Adonde vamos capitán? Nunca habíamos seguido este rumbo.
-Al único sitio donde La Armada no nos seguirá. Al mar Sonoro.
-¿El mar Sonoro?
-Acompáñame al camarote, no quiero que los demás sepan adonde nos dirigimos. Te contaré lo que se dice de ese lugar.

Dos vasos de ron sobre la mesa de roble. El marinero sentado en una esquina de la misma, el capitán en su silla de ébano. Un ojo de buey abierto filtraba la brisa marina y el olor a sal.

-"Dicen, amigo mio, que es un lugar que nunca debe ser encontrado, un lugar al que solo la desesperación te hace llegar. Dicen que los seres que allí habitan merman tu cordura, hacen que sucumbas a tus más bajos instintos, y te conducen a la muerte, no antes de haberse llevado tu alma al infierno del que provienen. Sirenas las llaman. Nadie que encuentre ese lugar sale de él."
-" No creo tal cosa capitán. De ser así, ¿quién cuenta las historias de tal lugar? Además solo el mismo diablo es capaz de arrebatar el alma. Por cierto, ¿no está demasiado silencioso el barco?"

Ambos se dirigen a cubierta. Solo uno llega al final de las escaleras. El marinero no logra ver a nadie más entre la espesa niebla. Deambula a solas cuando una suave melodía comienza a escucharse por la borda de estribor. Una figura femenina comienza a vislumbrarse entre la niebla. El marinero se desliza hasta llegar a ella. Tan cerca que respiran el aliento el uno del otro. Ella acaricia el rostro del marinero. Le atusa el pelo revuelto entre sus dedos húmedos. Susurra dulces canciones en su oido. Se abraza a su cuello y lentamente se deja caer al mar, arrastrando con ella al enajenado marinero.
Él no opone ninguna resistencia. Poco a poco su cuerpo se va curvando hacia el agua. La sirena acerca sus labios a los del marinero. Sus pies comienza a perder apoyo. La sirena ha dejado de cantar. Él abre los ojos y en los de ella no ve más que una profunda oscuridad sin sentido. Justo cuando está apunto de ser arrastrado a las profundidades, recupera su cordura, se libera del abrazo de la sirena. Y pone rumbo a otras aguas.

La niebla que envolvía al barco desaparece. Registra cada centímetro, no hay señal de vida humana a bordo. Sin nadie que le ayude es incapaz de llegar a puerto. El barco va a la deriva. El marinero sentado en cubierta con la espalda apoyada en el palo mayor, abraza el pañuelo que su princesa le regaló. Se dispone a volver a soñar con ella de nuevo.

Comienza el amanecer. La princesa mira a su amado a los pies de su cama. Ahora es él quien duerme. Para siempre.

-Y bien, ¿algo que decir, guerrero?
El guerrero se levanta. Desenvaina su espada. La alza a la luz del sol. La vuelve a envainar.
- No os preocupeis capitán, no tengo interés alguno en vuestras almas.

1 comentario:

  1. Es complicado expresar sentimientos a través de palabras, y más si soy yo el que las escribe jajaja… llevo queriendo escribir algo hace tiempo pero entre que no sabía dónde publicarlo y la cantidad de tiempo que tengo pues ha sido complicado… será que uno se va haciendo viejuno y va echando en falta cosas tan sencillas como un abrazo, unos golpes en el costao, cosas que me hacen ver y valorar los diferentes momentos que nos quedan por vivir. Recuerdos de cosas pasadas, nostalgia por lugares por los que cada vez que pasas vives los instantes que te hacen volver a ser un niño, con personas que marcan tu vida para siempre y que no solo están en tus recuerdos sino en lo más profundo de tu corazón y que sabes que te van a acompañar el resto de tu vida. Sentimientos que jamás vas a olvidar porque cada vez que mires fotos, oigas palabras o frases, sentirás que por muy lejos que estemos sabemos que con poco nos decimos muchísimo… y en mi caso más todavía jajaja… es normal que la vida cambie, que el tiempo pase y que cada uno de nosotros busque su hueco en el mundo, siempre hemos sido unos lobos solitarios… aunque eso con el tiempo también cambia NO??… Si sabes por quien lo digo, la que tienes a tu lado leyendo esto, esa peque que con su sonrisa ha iluminado y rejuvenecido a estos viejunos, tú, la que en lo poco que nos conoce a decidido mostrarnos su gigantesco corazón y lo ha repartido entre nosotros sin querer recibir absolutamente nada, has hecho que pequeños momentos (cumpleaños, cines, viajes…) se hagan eternos y queden no solo en nuestra memoria…… y creo que voy a parar ya porque creo que si falta algo es gracias por ser como sois, sé que no vais a cambiar nunca porque sois únicos…
    PD: “No es más grande quien más espacio ocupa, sino quien mas vacío deja cuando se va”

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