viernes, 1 de noviembre de 2013

Inspiración

Inspiración. Sentado frente a un papel en blanco si saber que escribir.

Recuerdos del pasado me vienen a la mente inconexos todos ellos.
Fechas, colores, olores.
El dibujo de tu pelo en el viento.
El tacto del labio mordido por tus dientes color perla.
Las profundas palabras de tus ojos clavados en mi.
La sintonía de mis suspiros al viento.
El silencio de mis gritos ahogados en una garganta regada de café.

A quien van dirigidas mis palabras. A ti. A mi. A todos. A nadie. No lo sé. Ni siquiera son palabras dignas de mencionar, solo pensamientos efímeros revoloteando juntos en una habitación vacía.
Ayer, hoy, dentro de un mes, el año que viene. No encuentro relación posible que los mantenga en un orden coherente. Después del verano fue ayer aunque hayan pasado dos meses. En cuatro meses hace tres ya, nunca llegará. Comprensible no es algo que me ronde ahora por la cabeza.

Reflexionar. Apreciar lo que tengo antes de perderlo para saber lo que tengo sin perderlo primero e intentar recuperarlo después. Seguir el camino de baldosas amarillas para encontrar al mago que concede deseos. El camino es una espiral que te hace perder la cordura viendo hoy el ayer del mañana. Yo soy el mago recorriendo el camino hacia mi mismo. Vaya porquería.

Abracadabra, un juego de cartas donde el uno vale tres. Con cuatro cartas iguales ganas. El asesino despierta para matar a quien después le juzgará. Y el truco es una ecuación matemática de veintiuno, siete y tres, donde tu carta siempre estará en el medio del montón.

Palabras una detrás de otra escritas, y al leerlas locura es lo primero que a la cabeza te viene. Son solo segundos de pensamientos juntados en un papel en blanco buscando inspiración.

Y frente al espejo, se refleja alguien que no reconozco. Me pregunta si sé su nombre. Le contesto que si sabe el mio. Di tu nombre, contesta, y sabrás como me llamo.

Mi nombre es...

1 comentario:

  1. El espejo siempre refleja tu presente, tu pasado, y tu futuro, peligroso compañero de viaje... el presente, sí, ese segundo que acabas de ver pasar, es lo único que existe, todo lo demás no son más que mier*** que nuestro cerebro intenta crearnos sin preámbulos y sin consentimientos propios... acaso errar es de necios? acaso probar la felicidad es de cobardes? acaso el mundo termina dónde aguardamos nuestro refugio imperecedero? No, nadie dijo que avanzar fuera fácil, pero es la única realidad que existe, sin ella, seríamos la rama marchita de un árbol perenne. Un abrazo y cuídate!

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