sábado, 14 de julio de 2012

Mucho que perder


El barco ardió y las llamas no solo se llevaron las esperanzas de volver. Como dije mucho tenia que perder y mucho he perdido.

He perdido lo más valioso e importante que tenia en mi lastimera vida. He perdido el amor. Un amor que ya estaba consumido y solo le faltaba la llama que le hiciera terminar de quemarse.

La tristeza me consume, la ilusión es solo eso una ilusión, hasta mis sueños han escapado asustados por el fuego. Mi alma ardió y de ella no quedaron ni las cenizas. Pero entre las cenizas de la hoguera una semilla quedo enterrada, una semilla con raíces nacidas del fuego, una semilla de la que nacerá la flor que con el olor de su perfume me hacia soñar.

Un muro tengo ahora ante mi, pero yo creo en la magia, y como la niña del Laberinto del Fauno, yo también tengo una tiza con la que pintar puertas. El camino que venimos a recorrer sigue ante nosotros, solo que ahora lo tendremos que recorrer solos.

No hay lágrimas que derramar, no hay palabras de aliento que me consuelen. Lo único que hay es un mundo nuevo que explorar, un mundo donde encontrar tesoros que desenterrar, un mundo que será mio.

Lo último que me queda por decir, ya que no se cuando podré volver a mandar noticias mías, es que (y esto solo lo entenderá quien lo tiene que entender) pase lo que pase, donde sea que nos lleven nuestros pasos en este tortuoso camino, siempre, siempre, Con Patatas. Siempre.

1 comentario:

  1. Patatas ?!? Qué intriga por saber esa anécdota!!!
    un texto duro y triste, pero realmente bellísimo.

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