martes, 30 de abril de 2013

Un Cuento de Ensueño


Pensando el guerrero que no podía nada crecer en el jardín de su castillo, una pequeña semilla terminó por entrar. Y en su jardín, justo donde la semilla cayó, nació una florecilla.


Así sucedió como la princesa, encontró al guerrero. Todo sucede por una razón, el guerrero llamó a la puerta: “toc, toc” la princesa preguntó: ¿quién es? Y él respondió: lo que estabas buscando.

Y no distaba mucho de lo que la princesa quería. Se había armado de valor, e incluso tentaba a Morfeo queriendo hacer de sus sueños, su realidad. 

Sin sueño y sin ganas de tentarlo, la princesa, con sus pupilas desnudas miraba al guerrero que dormía tras un largo día de cortar cabezas, y entre sueños, en un estado de duermevela, los labios del guerrero, tan perfectos, cálidos y dulces, pronunció la palabra “preciosa” dirigida a ella, quien preguntó si volvía a abandonarla, y sus palabras fueron “no, solo hasta que cierre los ojos y empiece a soñar contigo”.

El corazón de la princesa se había cerrado por completo,  todas las flechas que quisieran lanzarle se encontraban con una negativa,  y encerraba dentro,  lo que más quería, su guerrero.

Otros días, Morfeo ganaba y la princesa dormitaba, pero siempre invadida por la calma y la tranquilidad, pues su guerrero le prometía que él velaría su sueño. 

Hasta llegar en una ocasión a seguir durmiendo tras haber escuchado un cuento, con aquellas extrañas palabras que la noche anterior le dedicó su guerrero, el cual estaba despierto y esperando su besayuno.

Los besayunos. Según dicen  es la comida más importante del día, y los suyos se llenaban de energía y de un sentimiento para que el día se tornara más llevadero a pesar de su distancia, de su deseo de volver a estar piel con piel.
Detrás de estos besayunos había pensamientos de repetir ese instante, tan insignificante e infravalorado para muchos, pato da la vida. Así que, por segunda vez el guerrero llama a la puerta: “toc, toc” la princesa pregunta: “¿Quién es?” y él responde: un pato, cuaaaaaaaaaaaccckk.

El ensimismamiento de la princesa aumentaba, pero, eso sí, justificado, pues  la perfección existe, y definitivamente pululaba en él. Hasta el punto en que alimentaba su locura, pero para sorpresa de ella, tal causa tenía el efecto de mermar en él su cordura. ¡Qué tremendas palabras! 

Sueño y realidad trazaban una línea tan estrecha que la princesa no sabía si su imaginación, como tantas veces, le volvía a jugar una mala pasada. Tal vez el guerrero había escapado de un cuento y creía que era el suyo…  “si no te puedo ver a ti prefiero quedarme ciego” pero sus palabras embriagaban su voz, danzaban en sus oídos y resistirse era una batalla perdida antes de comenzar a luchar.

Si te vas me quedo en esta calle sin salida” de sus labios provenía esa armonía tan sublime como un dulce para el gusto o una caricia para el tacto. 

Queriendo tornar los sueños realidad, aún pensaba que todo distaba muy lejos, en cualquier momento se explotaría como pompas de jabón, despertaría con el sonido del reloj…  ¿reloj? hablando de tiempo, las horas se hacían segundos y no podía pararse el tiempo o aletargar el minutero del reloj, sabía cuándo era la hora de entristecerse.

Sus pasos más firmes, sus pensamientos más cristalinos, sus palabras inigualables. Según él no había comparación: La princesa llegó a este universo y su molde, queriéndose guardar con sumo cuidado, fue destruido y sus ojos, a su parecer preciosos, a veces la luna quiere imitarlos, pero no puede…  

No hay ojos nada más que para ella, “seamos felices y que no importe quien no quiera serlo” y diciendo esto, su mirada brillaba y abrasaba.

Dichas estas palabras, piensa el guerrero que lo que escucha tal vez sea un inocente grillo, pero no es así, lo que sus oídos perciben es el deseo incandescente de la princesa gritando a sus pies. 

Dispuesta a guardar la moral en cualquier cajón que encuentre, vestirse de demonio y vender los ojos de los querubines solo por estar con él. Para quitar el nudo, y hacerle ver que el amor si es verdadero, dura eternamente.

Despierta guerrero, no es un sueño, no te sumas en sueños para poder estar con tu flor. Al despertar ella va a despertar contigo, y al levantarte va a rodearte con sus brazos y a susurrarte al oído –“No te vayas, quédate conmigo”.

3 comentarios:

  1. precioso..... bella historia de amor la del guerrero y la flor. Y mucho mas bello tener el placer de vivirlo. Enhorabuena por ellos

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  2. http://www.youtube.com/watch?v=iJyYDlUfhE0

    aunque es repetirlo lo expuesto en facebook... una imagen vale mas que mil palabras...

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  3. Muchas felicidades guerrero, en el día de tu cumpleaños. Que tengas un día maravilloso, y los que le sigan sean fantásticos tambien. Mucha suerte y buen rollito.

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